Me interrumpiste la vida. A la luz de la vela destapé una
realidad. Un matiz que me enseñó quien tenía que ser. Un recuerdo derramado en
la mesa con olor a café.
Amargo y adictivo, autodestructivo,
en algo se tenía que parecer a ti, incapaz de hacerme dormir.
Amargo y adictivo, autodestructivo,
en algo se tenía que parecer a ti, incapaz de hacerme dormir.
El horizonte se desvanecía al mirarte. Aún recuerdo el mar que
llevabas dentro. El silencio te desnudaba sin ganas. Gotas de placer como el
abril y sus aguas. Pero mientras, te dejabas arder contigo mismo. Una hoguera
intermitente, algo confusa.
O terminas de cumplir tu sueño o empiezas a echar de menos.
No dudes,
respira y camina,
el mundo te admira.
O terminas de cumplir tu sueño o empiezas a echar de menos.
No dudes,
respira y camina,
el mundo te admira.
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